«Una obra tiene que hablar al mundo, sino es aburrida»

El maestro suizo Peter Zumthor recibió en Buenos Aires el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura. Reconocido como un arquitecto que se encarga de sus proyectos de principio a fin, Zumthor aseguró a swissinfo que en cada obra «lo más importante es ser como un director de orquesta».

La ceremonia, celebrada en el Salón Dorado del Palacio de la Legislatura, reunió a más de 200 invitados. Entre otros contó con la presencia de la embajadora suiza en Argentina, Carla del Ponte, miembros del jurado, políticos locales y reconocidos arquitectos de todo el mundo.

La distinción de la Fundación Hyatt se otorga cada año, desde 1979, en una ciudad diferente a un arquitecto vivo en reconocimiento a su obra, y ésta es la primera vez que se realiza en un país sudamericano.

Para la embajadora Carla del Ponte, galardonar a Zumthor en Argentina «es un doble orgullo, porque no sólo es suizo sino que además recibe este premio tan importante en Buenos Aires, que es la ciudad de la arquitectura. Estamos muy orgullosos de que esté aquí».

¿Por qué Zumthor?

El jurado, presidido por Lord Peter Palumbo, destacó «la humildad e integridad de su estilo y el énfasis en principios arquitectónicos básicos», y elogió su proyecto Baños Termales de Vals, Suiza, (un laberinto de piscinas rodeadas de hormigón y piedra extraída de las colinas circundantes), que es considerado su obra maestra.

Zumthor recibió la medalla de bronce de manos del presidente de la Fundación Hyatt, Thomas Pritzker, quien reconoció la calidad y el humanismo de su obra, y resaltó su permanente intento por crear espacios perdurables antes que imágenes grandilocuentes.

«Su arquitectura expresa respeto por la primacía del lugar, el legado de una cultura local y las lecciones inestimables de la historia arquitectónica», destacó el jurado, y señaló que se trata de «un reconocimiento a un arquitecto que sólo acepta un proyecto si siente una profunda afinidad por el mismo».

Como un director de orquesta

A escasas horas de recibir el premio, Zumthor conversó con swissinfo sobre el lugar que hoy ocupa la obra en la arquitectura. Técnicamente, «muchas veces puede suceder que el proceso de la construcción se torne más complicado por temas políticos, de administración, de leyes y todo lo que hace la ingeniería que hay detrás de una obra», afirmó.

«En mi estudio integramos lo antes posible a todas las personas que saben de esta ingeniería para estar listos y no tener luego sorpresas. Diría que lo importante es tener el rol de un director de orquesta: saber motivar, saber dirigir al grupo…».

El arquitecto sabe de disciplina y aplicación: antes de iniciar sus estudios universitarios, que incluyeron su paso por el Pratt Institute de Nueva York, fue aprendiz de ebanista durante cinco años.

A finales de los años 70, después de laborar como consultor de construcción y planificación para el cantón de los Grisones, se estableció en Haldenstein, donde trabaja con un equipo de 20 personas.

«Una obra tiene que hablar al mundo…»

Al referirse a Suiza y su obra, Zumthor destacó que el lugar es un elemento primordial para su arquitectura.

«Cuando quiero desarrollar un objeto observo las raíces de la cultura local, sea en una ciudad o un país. Pero cuido la relación con la tierra. Al mismo tiempo, una obra tiene que hablar al mundo, sino es aburrida», puntualizó.

«Ante todo yo soy de Basilea, aunque viva en Haldenstein», aclaró antes de evaluar la fuerte transformación edilicia que ha experimentado el cantón de los Grisones.

«Lo veo un poco desde afuera. Me gusta mucho el cantón, hay muchas culturas y hay un tradicionalismo que en este caso ha resultado positivo. No se construye de cualquier manera y en cualquier lado; guarda su belleza».

Un arquitecto a pequeña escala

Purista, minimalista, lejos de la suntuosidad, Zumthor trabaja y reside desde hace treinta años en la pequeña localidad de Haldenstein, donde ha desarrollado edificios de gran integridad.

Sus obras incluyen pequeñas capillas, museos, asilos geriátricos y complejos termales, la mayoría ubicados en los Grisones, dentro de un pequeño radio cercano a su casa, aunque también ha diseñado proyectos en otros países centroeuropeos.

Entre los más conocidos figura el Museo Kolumba en Colonia (Alemania), un edificio moderno construido sobre las ruinas de una iglesia del Gótico tardío destruida durante la Segunda Guerra Mundial.

Aún cuando Suiza es un país con una alta participación de la sociedad a partir de los referendos y las consultas populares, esto no es un problema para que Zumthor desarrolle libremente su trabajo arquitectónico:

«Estos procesos están presentes también en Holanda -allá todavía es más fuerte que en la Confederación-, y creo que es un precio que hay que pagar por la democracia. Y yo lo pago con mucho gusto».

El tercer Pritzker que se lleva Suiza

Con Zumthor son tres los arquitectos suizos distinguidos hasta hoy con el Premio Pritzker. ¿Casualidad o reconocimiento de un modelo arquitectónico helvético?

«Es una pregunta un poco complicada porque hay que conocer la calidad de cada uno, la historia del Politécnico de Zúrich, la historia de la arquitectura de Basilea, la reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, los grandes arquitectos alemanes que vinieron a estudiar con nosotros…».

«Pienso que hay muchas razones a evaluar. También está la mentalidad pragmática de los suizos, su cultura del trabajo, razones históricas…», concluyó.

Peter Zumthor Nació el 26 de abril de 1943

Peter Zumthor
Nació el 26 de abril de 1943

Fuente: www.swissinfo.ch

Arquitectura de vanguardia para viviendas de lujo

La arquitectura cambia, se renueva y las modas pasan y se transforman. Hoy y siempre, las líneas que acaban por marcar la tendencia de la arquitectura se proyectan desde las viviendas y apartamentos de lujo que, en España, siguen representando la auténtica vanguardia arquitectónica del país.

En Baleares, concretamente, así como en toda la costa norte de Cataluña y en algunos puntos de la zona de Levante más exclusivos, existen ejemplos únicos de esta vanguardia que tiende a la integración de interiores y exteriores, a través de construcciones abiertas, paredes con grandes ventanales, espacios diáfanos y entornos naturales vírgenes.

Aunque sigue habiendo una especial querencia por conservar la esencia tradicional mediterránea, las pautas actuales de las viviendas de lujo en Mallorca e Ibiza apuntan a un refuerzo de los pilares del minimalismo, a la influencia nórdica de líneas sobrias y a un toque natural, pensado especialmente para suavizar las formas y crear acogedores ambientes.

El trabajo arquitectónico de vanguardia está apostando hoy día de forma clara por el aprovechamiento del entorno natural en el que suelen proyectarse estas viviendas de alto standing. La costa mediterránea, en este sentido, es un museo vivo que recoge muestras inestimaEles de este trabajo.

Es en Mallorca o Ibiza donde, con más facilidad, se pueden encontrar viviendas hechas a medida del espacio en el que se integran, con un respeto asombroso por el entorno y por abrazar la vida que hay en él.

Esa integración de exterior e interior es precisamente la piedra angular de la arquitectura de vanguardia que se está imponiendo en nuestro país y destaca por esa capacidad de lograr que uno olvide que está enmarcado en una estructura y permitir que disfrute de la sensación de vivir sobre el mar, en un espacio abierto, lleno de luz.

Alguna de las muestras más significativas de esta arquitectura integradora se pueden contemplar en Mallorca y muchas se encuentran actualmente a la venta, como es el caso de algunas viviendas con vistas al mar en Pollença o esta villa de corte minimalista en Costa d’en Blanes del catálogo de casas de lujo de Balearic Properties.

La gama es muy amplia y va desde viviendas que son auténticas obras de arte a casas de lujo modernas que ofrecen al comprador la posibilidad de construir su hogar en un espacio único que, dentro de una tendencia universal, sabe marcar la diferencia.

Fuente: http://www.balearic-properties.com/blog/es/2012/12/arquitectura-de-vanguardia-para-viviendas-de-lujo/

LA CASA MINIMOD

Minimod es un producto de vivienda prefabricado y montado, en su primera versión, frente a un lago en el sur de Brasil. Este pequeño resguardo sustentable propone una experiencia sensorial en su vivencia del paisaje.

Mientras que la zona central se integra físicamente con el exterior, el extremo del dormitorio se proyecta visualmente hacia el humedal y el lago. El Minimod intensifica la relación con el paisaje.

MAPA fue creado por la fusión de los estudios MAAM, de Uruguay, y Studioparalelo, de Brasil; a partir de algunas primeras colaboraciones, el equipo montevideano y el estudio con base en Porto Alegre pasaron a ser uno solo, pero manteniendo cada uno su base de trabajo local.

El proyecto Minimod propone una exploración sobre la vivienda prefabricada y su relación con el lugar en el que se inserta. MAPA diseñó un producto flexible en cuanto a sus partes y terminaciones, y adaptable programáticamente. La producción en fábrica optimiza los recursos y materiales, apunta a la estandarización, lo que a largo plazo permite reducir los costos, y no produce desperdicios en el terreno; en definitiva, un sistema altamente sustentable.

La primera versión de Minimod, la que aquí se muestra, fue montada en fábrica, y luego transportada e instalada en Maquiné, en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil. El sitio, al borde de un lago, se caracteriza por su superficie plana y una vegetación de humedal. Al fondo se perciben algunas suaves ondulaciones, lo que termina de dar forma al lugar.

En este ambiente bucólico y delicado, el proyecto consiste en la colocación (literalmente) de un objeto evidentemente artificial y ajeno al lugar: el módulo prefabricado es transportado en un camión grúa y depositado en el terreno. El prisma de geometría perfecta, de caras bien definidas que remarcan sus aristas, refuerza su carácter. El color casi negro incrementa la abstracción del volumen, así como su liviandad.

El lugar, con su fragilidad ya descrita, continúa intocado, y la presencia de la pequeña caja oscura solo intensifica las características del sitio. Esta convivencia con independencia beneficia a ambas partes, y como resultado, la naturaleza existente parece más natural que antes. El objeto artificial se presenta como un mueble, en una posición transitoria, que puede ser removido totalmente, dejando el terreno en su estado original. Además, su techo verde, que ayuda a regular la temperatura, restituye la porción de suelo ocupada por la casa.

Este proyecto se concibe como “el refugio primitivo reinterpretado contemporáneamente, que más que un objeto, busca ser una experiencia”, explica la firma MAPA. En contraste con el exterior oscuro, el interior está cubierto con madera clara y las grandes aberturas inundan de luz el área. Este espacio protege, pero también integra: en el extremo, zona de dormir, la vista del lago aparece enmarcada y el paisaje se percibe como imagen proyectada; el centro, el estar, se vive como prolongación del exterior una vez plegados los paneles laterales.

El equipamiento fijo fue todo diseñado por el estudio y hecho en la misma madera que forra las paredes. El mobiliario informa el tipo de uso del espacio y también agrega notas geográficas; la mecedora Eames Plastic Armchair descansa sobre un cuero de vaca (referencia a los gauchos, nombre de los habitantes de la zona), mientras que la silla BKF o Butterfly sugiere flexibilidad en su propia libertad de uso.

Mientras que un nuevo Minimod ya está en producción, el actual sobresale por su relación con el paisaje y su propuesta como experiencia sensorial, a la vez que su fabricación y montaje aseguran una buena relación con el medioambiente.

Fuente: http://revistaaxxis.com.co/la-casa-minimod/

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